Venezuela

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  BREVE RESEÑA HISTÓRICA...

 

FUNDACIÓN DE LA CONGREGACIÓN DE HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN EN VENEZUELA

 

 

 

Año 1924, llegan las Hermanas de la Consolación a tierras venezolanas, es la primera expansión fuera de España, una mirada hacia el Continente Americano. Un encuentro entre España y Venezuela que dejará sembrado un carisma: Consolación.

Es en el generalato de M. Juana Tena que se da este paso decisivo de fundar cruzando fronteras y atravesando la maravilla del Atlántico.

Un viaje desde Porlamar (Isla de Margarita) a España del P. Elías Sendra, hizo que se diera firme decisión para esta Fundación en tierras venezolanas, La Consolación sería una realidad con la presencia de las Hermanas.

Dado todos los asuntos pertinentes para una fundación como consultas, propuestas, permisos, autorizaciones de parte de las hermanas del Gobierno General, del Prelado Tortosino y de la Diócesis a donde iban las hermanas: Cumaná. Se tiene así fecha para tan esperado envío a América, el 22 de marzo de 1924. Cuatro son las hermanas destinadas que salen del vapor “Venezuela” desde Barcelona al Puerto de la Guaira. Estas hermanas fueron MM. Piedad Vidiella, Sores Anunciación Soriano, Caridad Ardévol y Eulalia Tornero, las acompaña también el P. Sendra y otros Carmelitas que viajan en la misma embarcación.

Después de una larga travesía, llegan las hermanas al Puerto de la Guaira, el día 08 de Abril, 11 de la mañana, las hermanas de la consolación con la presencia de estas cuatro mujeres consagradas ponen por vez primera sus pies en este país.

El Sr. Nuncio de Venezuela para ese tiempo Dr. Felipe Cortesi recibió con muchas atenciones a las Hermanas, aunque él esperaba a las Teresianas, pero le llegó la Consolación. El Sr. Nuncio se ocupó de buscar alojamiento para las hermanas que en principio fueron hospedadas en la casa que las Hermanas Franciscanas venezolanas tienen en Caracas, allí residen hasta su traslado hacia Cumaná. Este era el proyecto del Sr. Nuncio, que se hiciera una fundación en Cumaná, donde reside el Obispo y que después seguirían fundando en las poblaciones más importantes del Obispado.

El 16 de Abril llegan las Hermanas a Cumaná, el Sr. Obispo junto con las gentes del pueblo, las reciben. El primer trabajo apostólico fue la escuela propia con pensionado y semipensionado, para este fin el Obispo Diocesano cedió a las hermanas una casa propiedad de la Sra. Josefa María Guillén con su autorización y de su familia. Así mismo por iniciativa del P. Sendra se pensaba una posible fundación en Carúpano o Margarita. Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación

El 11 de Octubre de 1924 llegan al Puerto de la Guaira la segunda expedición de hermanas: MM. Regina O`Callaghan, Sores Columbina Hernández, María A. Besalduch, Mercedes Monzones, Magdalena Esteller, Angela Alado, Gertrudis Soler, Purificación Centelles, María de San Pascual Branchadell, Victoria Audí y Anunciación Bruna.

Con esta segunda expedición de hermanas que se suman a las cuatro primeras, hicieron su permanencia en Cumaná por cinco días esperando la embarcación que las conduciría a Porlamar (Isla de Margarita) para la atención de un Colegio en esta población.

El 17 de enero de 1929, Cumaná sufre un terrible terremoto quedando destruido el Colegio, y gracias a la providencia las personas no sufrieron ningún daño. El sacrificio de cinco años de las hermanas, había caído en tierra, pero las hermanas recibieron el apoyo de las comunidades de Porlamar y Barcelona, y de las autoridades civiles y eclesiásticas.

¿Qué hacer?, la comunidad de las hermanas en Cumaná para ese tiempo estaba integrada por nueve hermanas y se interrogaban seriamente por su futuro ¿repartirse entre Barcelona y Porlamar? Era demasiado personal para estas casas, por lo que las hermanas decidieron escribir un telegrama al Presidente de la República, Sr. Gral. Juan Vicente Gómez para que les ayudara caritativamente con los pasajes para regresara España.

La solución providencial llegó para la Congregación en estas hermanas por parte del Presidente de la República, y él les responde así “…en el deseo de que las nueve hermanas que dirigen el Colegio de la Consolación puedan continuar su labor educadora en este país, me permito ofrecer un edificio recién construido para un Colegio y en el que ustedes podrán instalarse provisionalmente con las alumnas que las acompañen, si así lo desean los padres o representantes de éstas, ó quedar ustedes definitivamente en Maracay al frente del instituto. Si aceptan este ofrecimiento daría orden al vapor “Mariscal Sucre” de conducirlas a Puerto Cabello”

Así de esta manera se da paso a una nueva presencia de las Hermanas en otra ciudad de Venezuela, Maracay- Estado Aragua. Y así continúa la historia, las hermanas se han ido expandiendo en otras regiones del país, en la atención de Centros Educativos, de labor pastoral y social.

https://www.consolacion.org